Prensa Scout

Prensa scout

A continuación he copiado un artículo que se publicó en el diario español
ABC con motivo del cincuenta
aniversario de la muerte de Baden-Powell. Aunque hace ya algún tiempo que se
publicó, su lectura resulta interesante. En él se esboza el pasado, el
presente y las tendencias del escultismo.

” Pertenecer al movimiento scout ha marcado mi
comportamiento, aprendes cosas que no son fáciles de olvidar una vez que te
enfrentas a grandes responsabilidades y al mismo ritmo cotidiano. Se es scout un
día y se es para siempre”, así hablan los que en algún momento de su
vida han tenido en el escultismo una pauta a seguir. Como estos, piensan la
mayoría de los dieciséis millones de scouts repartidos por todo el mundo. Casi
todos los países, todas las religiones, han dejado crecer las raíces del
escultismo. Las últimas en incorporarse han sido las naciones del Este.
Irrumpen con fuerza tras la línea que dejara el muro.

Imagen de la reina de España

Relacionados con el escultismo estuvieron el Rey Alfonso XIII, Doña Sofía y
Don Juan de Borbón. Nombres célebres en la política, la cultura o los espectáculos
bebieron de la enseñanza de B. P.: Giscard d’Estaing, Brigitte Bardot, no pocos
de los presidentes de Estados Unidos, el primer hombre que pisó la luna, Neil
Armstrong, que llevó a la superficie del satélite la insignia mundial scout…
En España, el ex-ministro de Defensa, Narcis Serra; el alcalde de Barcelona,
Pasqual Maragall; el secretario general del PSC, Raimon Obiols; el presidente
del Banco Central, Alfonso Escámez, el diputado Javier Rupérez…

Baden-Powell tenía ochenta y cuatro años cuando le sorprendió la muerte.
Su leyenda se había forjado en tierras africanas del lado del Imperio Británico,
cuando los soldados llevaban pantalones cortos, los oficiales marcaban el paso y
el tiempo -entonces más relativo-, y paladear el güisqui borraba ese otro
sabor a madera de la metrópoli. Imaginarlos allí no es difícil. Vean: Campaña
contra los zulúes, la guerra de los Boers, en 1900, donde Powell consiguió una
victoria que le valió el reconocimiento de héroe… Y luego, vuelta a
Inglaterra. El vencedor de Mafeking, B. P., planta entonces el germen del
escultismo. Descubre en 1903 que el libro que escribió en Merut era utilizado
por los profesores para estimular la observación y las habilidades en la
naturaleza. En 1907, después de encuentros, entrevistas y estudios organiza en
la isla de Brownsea el primer campamento experimental scout. Las bases, la vida
al aire libre, la enseñanza de los secretos de supervivencia en la naturaleza
el fomento de la responsabilidad…

Imagen de Alfonso EscámezDesde
aquellos días de agosto de 1907, el mundo dio las vueltas necesarias para que
todos sus habitantes se marearan. Los aventureros de Stevenson y de Kipling -los
libros de este último inspiraron a B. P.- han pasado a mejor vida, las islas
del tesoro se han borrado de los mapas y los héroes, como dirían a su manera
Bowie y Warhol, se tornaron efímeros. Sin embargo, el escultismo sobrevive,
miles de chicos planean cada fin de semana vestidos con su uniforme, una excursión,
una acampada, una huida de la urbe. Los boys scouts de hoy, ligados también a
un modelo de ecología, mantienen intacta la ley. En algunos grupos españoles
hay lista de espera.

Imagen estereotipada

“Existe una imagen estereotipada del scout -dice Enrique
López Viguria, presidente del Movimiento Scout Católico-, marcada por la
influencia de las películas y de los medios de comunicación en general. Ni
España es el flamenco ni el escultismo es un asunto de niños uniformados que
hacen buenas obras. Los scouts son personas que adquieren destrezas manuales
educándose para la convivencia, con un compromiso en tareas sociales, con un
sentido moral. Todo ello gracias al enorme voluntariado responsable y educador.
Indiana Jones, que fue scout según la película, proyecta una determinada
imagen sobre el gran público, en este caso positiva. Pero muchas otras películas
y apariciones públicas -añade- han deteriorado la imagen del escultismo.”

Imagen de Emilio Aragón

En otro tiempo los scouts no estaban reconocidos por las
autoridades. El régimen anterior no permitía, entre otras cosas, que se
luciera el uniforme. “Algunos encontraron incluso en estas asociaciones un
añadido de oposición a la dictadura”, afirma Gonzalo Bercero, secretario
de Scouts de España. Fue Teodoro Iradier capitán de Caballería, y Arturo Cuyás,
escritor y publicista, quienes constituyen en 1911 el comité organizador de los
Exploradores de Espada. Tras la guerra, en 1944, el escultismo se refugia en
instituciones religiosas o privadas semipermitidas por el régimen y no es hasta
la década de los cincuenta que el escultismo español no sale de su aislamiento
internacional. En Cataluña se hace más fuerte. Dos grandes grupos aglutinan en
la actualidad a la mayoría de los scouts españoles: Scouts de España y el
Movimiento Scout Católico. Hoy se cuenta con más de cien mil afiliados.

¿Qué queda hoy de aquellos exploradores? “Antes se era
más riguroso en el uso del uniforme -dice Enrique López Viguria-, en los
elementos simbólicos, en las liturgias o celebraciones, era más tradicional:
por ejemplo en los actos de la Promesa, en el Paso de la Unidad… No obstante,
en los elementos pedagógicos, en su carácter internacional, en su finalidad
educativa y en la dimensión ecológica de la misma, es decir, en lo
fundamental, el escultismo sigue siendo igual.”

A cada edad, lo suyo -desde los ocho años se puede ingresar
en los scouts. Primero se es “lobato”. A los doce años se pasa a la
“tropa”. Más tarde, con quince años, se entra en los “escultas”
y, con dieciocho años se ingresa en el “clan”. Los lobatos se forman
siguiendo “El libro de la selva” de Kipling. Balú, el oso, enseña la
ley de la selva, Bagheera, la pantera, enseña a sobrevivir en la Naturaleza, a
encender un fuego, por ejemplo; Akela, el lobo, hace de madre, y presta ayuda, y
así hasta completar la galería de personajes que el autor inglés dispusiera
un día. Hasta que no están integrados no se realiza la Promesa. Lo explican
los lobatos Domingo y Ana, de nueve años, y María y Evelyn, de once: “Lo
que más nos gusta son los juegos, las comidas tramperas y el concurso de
tartas.” El escultismo se transforma al tiempo que los años cambian.
Nuevas actividades se incorporan: ayuda a la reinserción de los toxicómanos,
recogida de alimentos para familias necesitadas y el estudio del entorno urbano.
La aventura diaria.”

Pedro Navárrez

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